COMIENZA EL SHOW

Finalmente van al cine. Lola ya está contenta porque sabe que el chico, el tonto, está 'súper interesado' en ella. En mitad de la película, él trata de agarrarle la mano,

-¿Qué hacés? ¿Que te pasa?- le saca la mano ella. Él no contesta.

Cuando salen del cine el le pregunta:

-Estás cansada?-

Lola sabe que la pregunta es la 'pre-invitación' para hacer algo, ella le contesta -No-, entonces el le dice -Unos amigos están cenando en la Parolaccia, ¿querés que vayamos?.

A Lola le encanta la propuesta porque dentro de su mundo de fantasías que se ha creado, el hombre de sus sueños, siempre le presenta a sus amigos y a su familia, porque quiere que todos la vean, que todos vean al amor de su vida.

Van al restaurant y allí se encuentran con dos parejas, los dos hombres son sus amigos. La miran mucho, pero Lola no se siente incómoda porque hoy tiene uno de esos pocos días en que se cree hermosa, y como el 'tonto' es feo piensa que seguramente los allí presente están pensando "que bombonazo se levantó Ale"; es decir, al lado del tonto feo ella se siente linda, cree que como él es feo ella destaca más.

Pasan un momento agradable. Llega la hora de volver a casa. Él baja del auto y la acompaña hasta arriba de su casa. Entra. Se quedan hablando un rato. Hasta que Lola está cansada y se lo hace saber. Él no tiene otro remedio que emprender la retirada, aunque le cuesta, porque Lola le gusta mucho, y ella lo sabe. Ya en la puerta del ascensor, él estira la cara y le da un beso en la boca, ella refunfuña y le cierra la puerta, él alcanza a decirle que la llamará. Lola, ya en la soledad, sonrie, cree que le gusta.